miércoles, 26 de mayo de 2010


El sistema de educación japonés ¿Funciona?

Para evaluar cómo funciona el sistema educativo en España en este post buscamos acercarnos a otro que es famoso por su efectividad y su solidez, el japonés, un sistema educativo que a priori se presenta como el triunfo de la cultura del deber y la unidireccionalidad tradicional llevados a su máximo exponente.

El sistema educativo japonés comienza en la guardería, entre los dos y cinco años, y acaba cuando el alumno finaliza su formación académica, generalmente tras los estudios universitarios o post-universitarios. Todos y cada uno de los centros a los que asistirá el niño en su formación requerirán un duro examen de acceso y tanto los hijos como los padres son conscientes de que el mejor colegio significa el mejor trabajo, el mayor éxito y a la postre, la felicidad.

Por eso los cuatro actores pertinentes de la educación: padres, alumnos, profesores y autoridades estatales, están implicados y coordinados bajo dos directrices, la competencia y la integración, para la síntesis de la supereficiente sociedad japonesa. Así, la estructura final genera proto-ciudadanos que luchan para ser los mejores en todos los ámbitos escolares (cultura general, deporte, arte y tradición) y que sienten la necesidad de encajar y tener éxito en su función grupal como la mayor de sus obligaciones.

 

Para que todo esto se sustente, el sistema utiliza el concepto doble y simétrico de la autoridad del profesor / la obediencia del alumno. En el sistema japonés el esfuerzo del alumno está dedicado en exclusiva a dar abasto con todas las tareas que le son asignadas, sin cuestionarlas por repetitivas o desagradables que parezcan, porque es satisfaciéndolas como mejor va a servir al grupo al que pertenece.

Este entorno tan estricto y estresado en el que la integración y la abnegación son los valores más importantes a desarrollar, la realidad nos arroja tendencias alarmantes como el alto nivel de abandono escolar, la generación espontánea del fenómeno Hikikomori (adolescentes que abrumados por las exigencias sociales no salen de sus habitaciones durante años), el fenómeno del Ijime (bullying) e incluso los finales dramáticos como el de Kiyoteru Okochi, que se suicidó presa de la presión a los 14 años de edad, principal ejemplo de la elevada tasa de suicidio adolescente del país.

Tras estos apuntes sobre cómo funciona uno de los sistemas educativos mejor valorados por el informe PISA de la OCDE, paradigma de la escolarización más obsoleta, sin entrar en juzgarlo debería hacernos pensar ¿Es reforzar la idea de educación tradicional, unidireccional y autoritaria, lo que necesita el modelo español? ¿O habría que pensar en una forma más adaptada y menos obsoleta la sociedad moderna y tecnológica de la que los jóvenes de hoy son sin duda los que más saben? A la hora de hacer una reforma ¿Cuál es la dirección que hay que tomar?

4 comentarios:

  1. Creo que el modelo finlandés es un buen ejemplo en sentido totalmente opuesto al japonés y con excelentes resultados..

    Buen artículo..

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  2. Y en que consiste ese modelo finlandés?

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  3. Hola Revolución Educativa. Con relación al tema en cuestión recomiendo ver reportaje en CNN al Sr. Andres Oppenhimer en el programa CALA. Da las respuesta a todos los interrogantes planteados en el post.
    Felicitaciones por el sitio, excelente!!
    Saludo Cordial, Adrián Moyano

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